canción sin música
El número once ilumina la noche
Y el resto del sueño que les queda
Y van ojos cerrados, pasos torpes
La fatiga y el eco de la cena
uno disfruta el único descanso
del dÃa de trabajo que le espera
otro escucha sin gesto la radio
otro calcula el sábado ginebra
Faltan seis minutos para la hora
Y el vagón se llena de fantasmas
Cada quien con su Ãntima derrota
Su cansancio y desesperanza
Coinciden en este punto de la historia
En los trenes de la madrugada
Las manos hacen un cÃrculo en el vaho
Por donde van a mirar la cuenta atrás
Estaciones tras las estaciones
Y no hay manera de no llegar al final
Miran como entran otros nosotros
Y se preguntan hasta donde irán
Prefieren por un rato estar solos
Y no tienen nada más que soledad
Faltan dos minutos para la hora
Y se van llenando de dormidos
Cada uno trae un bolso y una soga
Al menos un rencor  y lo vivido
Cada mañana es  la misma historia
En los trenes de los sueños marchitos
Parten los trenes de la madrugada
puertas cerradas, no hay donde escapar
el destino juega con cartas marcadas
y ellos con las cuentas por pagar
Un remolino de vÃas y reflejos
Quedan atrás la casa y Saint Lazare
No se preocupan, les dicta el camino
Algo más poderoso que el azar.
Faltan apenas veinticuatro horas
Para que vuelvan a repetir la nada
las promesas nunca vienen solas
y el abismo está detrás de la ventana
mañana van a repetir la historia
En los trenes de la madrugada